6 de diciembre de 2011

SUBMARINE

Oliver Tate es un chaval de quince años que anda inmerso en las asperezas típicas de la adolescencia. Pero sin embargo su vida no es la de un chico normal. Poseedor de una sofisticación impropia para su edad: fumador de pipa, oyente de crooners franceses,  una imaginación desbordante, que le reporta ser victima de burlas, “bullying” en las aulas, y un sentir general de no saber qué espacio debe ocupar en el mundo. A pesar de ello, las verdaderas motivaciones de este joven galés se centran en dos asuntos. Por un lado perder la virginidad con Jordana, su pirómana y enigmática novia. Por otro lado, intentar salvar el matrimonio de sus padres, después de que éste ande por la cuerda floja con las cada vez más constantes visitas de su madre al vecino Graham, un amante de la new age e iluminado de autoayuda. El problema reside, en que ambas misiones se le presentan incompatibles entre sí.
Mediante un estilo narrativo inquieto, surrealista, despampanante, el director nos introduce desde los primeros compases del filme en las encrucijadas emocionales de este Oliver Tate, cuyas expresiones de inquietud y miedo a lo largo de la película tienen números para quedar retenidas durante un gran lapso en las retinas. Submarine refleja los miedos adolescentes, las alegrías efímeras de un período de nuestras vidas bello y amargo, sus amores pulcros, naif e intensos, y también los primeros sin sabores. Y como mínimo resulta poco habitual que este acercamiento tan natural y detallista al mundo de la adolescencia se lleve a cabo desde la imaginación que rodea al principal sujeto, en lugar de optar por una aproximación de matiz más realista.

Los personajes principales de la pelicula son:

Oliver Tate (Craig Roberts) es un chico de 15 años, que le preocupan los típicos problemas adolescentes, pero su vida no es la de un chico normal, fumador de pipa, oyente de crooners franceses, una imaginación desbordante (narra su vida mediante los planos de un biopic), haciéndole víctima de “bullying” en las aulas, y un sentir general de no saber qué espacio debe ocupar en el mundo. A pesar de ello, los objetivos de este adolescente son por un lado perder la virginidad con Jordana, su pirómana y enigmática novia, e intentar salvar el matrimonio de sus padres, que se ve peligrando con las constantes visitas de su madre al vecino Graham, un amante de la new age e iluminado de auto ayuda. El problema reside, en que ambas misiones se le presentan incompatibles entre sí, teniendo que escoger entre una de ellas y viendo peligrar en este caso, su relación con Jordana, lo que le produce un caos interno.

Jordana: Sería la novia de Oliver a lo largo de casi toda la pelicula, su madre sufrio un terrible cáncer y sintiendo que no recibia el apoyo necesario de Oliver rompió con él, empezando una nueva relacion con otro compañero de su escuela. Al final de la película volverá con Oliver.

Jill: Es la madre de Oliver. Ésta viendose inmersa en una vida aburrida y rutinaria intenta cambiarla teniendo una pequeña aventura con su vecino Graham, un amor universitario, pero se da cuenta de que la vida que tiene no está tan mal y vuelve al lado de su marido.


Lloyd: Padre de Oliver, tras luchar la mayoria de su juventud por cumplir sus sueños sin obtener recompensa alguna ahora vive deprimido, sin prestar demasiada atención a su mujer.


Graham: Vecino de la familia de Oliver y amor universitario de Jill, se gana la vida dando conferencias de auto ayuda.

El director desenvuelve un poderoso estilo visual, tierno y rompedor que se sustenta en una dirección de fotografía impoluta, cautivante, incesantemente creativa. La película rellena un océano con escenas e imágenes de una belleza reconfortante, nostálgica a la vez que triste, y cálida. Y por el camino se empuja al espectador hacía una cascada de instantáneas de las que no es fácil desprenderse.  Entusiasma ver ese montaje dinámico del primer beso de la pareja delante del testigo de una Polaroido enternecedor ese pequeño fragmento que reproduce la tonalidad del Super 8, y que en el propio filme se titula “Dos semanas de hacer el amor”, en el que reseguimos el halo mágico que desprende la pareja envuelta en su inocente y desatado amor,  mientras transitan por paisajes rurales e industriales de Gales. Además, se usan recursos como el flashback,es una técnica que altera la secuencia cronológica de la historia, conectando momentos distintos y trasladando la acción al pasado, como por ejemplo cuando habla de los padres al principio de la historia para presentarnoslos. Destacar también la lograda banda sonora creada por Andrew Hewitt y la acertadísima colaboración del cantante de los Arctic Monkeys, Alex Turner, en esos seis temas que tan bien describen la historia de amor de estos adolescentes inadaptados. Submarine es una comedia refrescante, original, llena de imágenes bellas, melancólicas e impactantes, espolvoreada con irresistibles y constantes notas de humor surrealista, que dejan al espectador un regusto perecedero e agradable. Aquí dejo un tráiler de la pelicula:

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